Farmacity en lucha

Farmacity en lucha
Trabajadores de Farmacity

miércoles, 27 de marzo de 2013

Farmaceuticos, denuncian a farmacity

Farmacéuticos, en pie de guerra contra Farmacity, apuntan a quebrarle su estrategia comercial





La Legislatura porteña avanza en la aprobación de la adhesión a un marco normativo que limita el crecimiento de la cadena y prohíbe la venta en góndolas de remedios. Farmacéuticos denunciaron a la firma por posición dominante y van por iniciativa nacional que frene su avance. Detalles del “combate”



Por Patricio Eleisegui
 

El antecedente más inmediato puede encontrarse junto a la Cordillera de los Andes, en la provincia de Mendoza.
En ese distrito, durante el mes de septiembre, el ministerio de Salud local hizo lugar a un reclamo a un reclamo del Colegio Farmacéutico mendocino y frenó la compra, por parte de Farmacity, de 23 locales pertenecientes a las firmas Del Águila y Mitre.

Con tal decisión replicó lo hecho en las provincias de Santa Fe, Río Negro, Tucumán, Mendoza, Corrientes y San Juan, entre otras zonas, lugares en los que se apuntó directamente a frenar la expansión de las cadenas de farmacias en general.

No obstante, desde la Confederación Farmacéutica Argentina (Cofa) dejan en claro que "la cruzada es directamente contra Farmacity por tratarse de la única que tiene una presenciade carácter nacional".
Durante el mismo mes de septiembre, Cofa redobló el ataque al denunciar a la cadenacontrolada por el grupo Pegasus, ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia.
En esos días, los farmacéuticos tradicionales acusaron a la firma de violar las leyes que regulan la venta de arículos que, según sostienen, habría derivado en el cierre de más de 1.600 locales de pequeños competidores sólo en la Capital Federal.

"La apertura de una nueva boca de expendio de la cadena determina el cierre en el corto plazo de un promedio de 20 farmacias tradicionales, con la consecuente pérdida de empleos en el sector", indicaron desde la entidad.
"Además, el poder financiero de las grandes cadenas produce una transferencia de clientesen gran escala. Especialmente en la compra de productos de elevado costo y alta cobertura, diluyendo el rol social del farmacéutico tradicional", agregaron.
Pero lo que aparecía como uno de los tantos conflictos comerciales, que sólo tienen lugar en algunos lugares de la Argentina, sumó un tono más oscuro en las últimas horas.
Sucede que, con el apoyo de Cofa, legisladores de la oposición porteña concretaron el miércoles la adhesión de la Ciudad a la ley nacional de venta de medicamentos.
El marco en cuestión pone bajo exclusiva potestad de las farmacias la comercialización de remedios -incluidos los de "venta libre"- y, además, se muestra como la primera estocada contra las cadenas.

¿El motivo? 

La ley 17.565 también fija, entre otras pautas, la prohibición de comercializar medicamentos en góndola.

De esta forma, las farmacias de la Ciudad deberán abandonar la modalidad de autoservicioque tanto éxito le viene dando a Farmacity y otras firmas de locales múltiples.
Además de esta estocada, Cofa tiene preparada una acción que, pautada para fines de este año o, a lo sumo, para principios de 2012, apunta a ser un durísimo golpe, tendiente a desarticular la estructura comercial que hoy presentan las cadenas.
¿Qué es lo que comprende la iniciativa? Contemplará la presentación de un proyecto de ley que, de ser aprobado, modificará el marco 17.565 y fijará que los dueños de farmacias sólo podrán contar con hasta dos locales propios, y lo mismo correrá para quienes adquieran franquicias.

Guerra declarada

En diálogo con iProfesional.com, Ricardo Aizcorbe, presidente de Cofa, adelantó que la intención de la confederación de farmacéuticos es "poner en vigencia a nivel nacional lo que ya funciona en provincias".
"Si bien la intención es frenar la expansión de las cadenas, es cierto que la principal afectada será Farmacity por ser la única de carácter nacional. El resto son más bien de alcance provincial. Sólo se permitirán muy pocos locales por dueño", anticipó.

"Este barrera también alcanzará a las franquicias. Combinado con el fin de la venta en góndola, que ya funciona en algunas provincias y llegaría a Capital, creemos que se favorecerá lasupervivencia del farmacéutico tradicional y, en paralelo, se frenará el autoconsumo de medicamentos", agregó.
Al momento de enarbolar argumentos para sostener esta cruzada contra Farmacity, Aizcorbe apela a algunos números específicos.

Así, y siempre según el empresario, actualmente "el 40 por ciento de los medicamentos que atienden las prepagas son vendidos por Farmacity que, en los grandes centros urbanos, ya ostenta el 25 por ciento del mercado total".



"Es decir, de cada cuatro medicamentos que se comercializan en las grandes ciudades uno lo vende la cadena. En otros países, tener un 5 o 10 por ciento del mercado se consideraposición dominante. Acá estamos ante una posición ‘híper dominante' como mínimo", señaló el entrevistado.
Aizcorbe aseguró a este medio que, de acuerdo a estadísticas recabadas por la Confederación Farmacéutica Argentina, de 1998 a esta parte "la sola acción de Farmacity derivó en el cierre de más de 1.600 farmacias tradicionales sólo en la Ciudad de Buenos Aires".
El empresario sostuvo que la supresión de esos puntos de venta "derivó en la pérdida de, cuanto menos, 7.000 puestos de trabajo directos". 

Dicha afirmación, sin embargo, es refutada por otros actores del segmento, quienes aseguran que mientras que una farmacia tradicional da empleo a un promedio de cuatro personas, lascadenas generan más de ocho puestos por cada boca de expendio.
En su momento, Marcelo Peretta, presidente del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos, planteó a iProfesional.com una posición intermedia.

"Aunque no procuramos una disminución en la oferta laboral, sí sería conveniente que se regulea estos emprendimientos como lo que son: centros de salud. Y no como lugares donde se venden golosinas o papas fritas".

Y agregó que "también hay que replantear la distribución, porque sino sucede lo que pasa en Buenos Aires, donde hay barrios en los que existen tres farmacias en cuatro esquinas".
De acuerdo a Peretta, Palermo, Belgrano, Recoleta y Caballito aparecen como las zonas en las que se observa una superpoblación de farmacias. Mientras que la zona Sur de la Ciudad brilla por la escasez de puntos de venta.
"Casi todas las farmacias de cadena están en el área céntrica, mientras que en Lugano es raro encontrar alguna. Hay que regular ese aspecto, porque es como poner dos o más hospitales juntos", señaló.

En búsqueda de conocer la postura de la principal cadena afectada, iProfesional.comintentó tomar contacto con representantes de Farmacity en varias oportunidades. 

Al cierre de esta nota, la compañía seguía sin emitir opinión.

La estrategia de la denuncia

Mientras aguardan una definición favorable en el escenario porteño, desde Cofa mantienen la estrategia de la denuncia permanente a la espera de resultados positivos como los ya cosechados en provincias como Mendoza, Corrientes, Chaco, Tucumán o Santa Fe.
En ese sentido, la entidad acaba de hacer efectiva una denuncia contra Farmacity ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia.
Concretamente, Cofa acusa a la firma de Pegasus de una presunta violación de leyes que obligan a las farmacias a despachar la venta de medicamentos a través de mostradores y no por góndolas, aun en el caso de los remedios de venta libre.

Y por ofrecer en sus locales productos como alimentos o artículos de librería, que en teoría no deberían vender las farmacias.
Sin embargo, en la propia entidad reconocen que Farmacity hoy está lejos de tener una participación dominante del mercado.
Según datos de Cofa, la cadena de Pegasus controla en promedio 15% de la venta de medicamentos en las ciudades donde tiene operaciones.

Por su parte, en Farmacity explican que su incidencia en el mercado nacional no llega al 5%, lo que haría difícil probar una posición dominante.
 

Movimiento de peso
La cadena tiene unos 170 locales en toda la Argentina, y sus puntos de venta se caracterizan por ofrecer una enorme cantidad de productos farmacéuticos y de todo tipo, con horarios de atención extendidos.

Farmacity inauguró recientemente un nuevo Centro de Distribución en la ciudad de Córdoba, que significó una inversión de diez millones de pesos. 

Mediante dichas instalaciones, la cadena prevé abastecer a sucursales en Mendoza, Tucumán y Santiago del Estero, además de los lugares que Farmacity ya atiende en las provincias de Córdoba, San Luis, La Rioja, Salta y Jujuy.

La compañía enfrenta restricciones para su expansión en distritos como Río Negro, Mendoza, Corrientes, San Juan, y Santa Fe. 

Precisamente dichos territorios cuentan con marcos que regulan el crecimiento desmedido de las cadenas de venta de fármacos. 

En la provincia de Buenos Aires, un proyecto que busca limitar la expansión de los locales controlados por un único dueño y el sistema de franquicias cuenta con media sanción en las dos cámaras de legisladores de La Plata.

De ser aprobado la ley, Farmacity sólo podrá mantener los puntos de venta ya emplazados -el marco carece de retroactividad-, y podrá desembarcar en nuevos puntos con apenas una única boca de venta.

La situación cambia en Córdoba, y quizá eso explica la presencia de 20 locales de la cadenaoperando en suelo mediterráneo. 

En ese caso, el poder comercial de la firma mantiene una relación directa con la autonomía que presentan los departamentos cordobeses. Así, cada jurisdicción define de forma independiente si avala o no la instalación de un Farmacity.




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